Ante los ataques del Jefe de Gobierno porteño a la Ley Nacional de Salud Mental
Algunas consideraciones a partir de las desafortunadas declaraciones del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, luego de un hecho de público conocimiento, donde un usuario de salud mental cometió un hecho delictivo.
Los cuestionamientos vertidos hacia la Ley Nacional de Salud Mental se basan en una mirada sesgada sobre ésta y se fundan en información falsa. El mandatario local, reproduce discursos sostenidos por múltiples actores mediáticos, corporativos y empresariales que ponen por delante sus intereses sectoriales y sus lógicas segregativas por encima de la salud de la comunidad.
Nos vemos en la obligación de informar que, contrario a lo que indicó, la Ley no impide la internación involuntaria de las usuarias y usuarios. Su artículo 20 explicita que “debe concebirse como recurso terapéutico excepcional en caso de que no sean posibles los abordajes ambulatorios, y sólo podrá realizarse cuando a criterio del equipo de salud mediare situación de riesgo cierto e inminente para sí o para terceros”.
Asimismo, la Ley no impide el desarrollo de políticas de abordajes de las urgencias en salud con equipos especialmente capacitados y la logística e infraestructura necesarias. Tampoco impide el desarrollo de políticas de formación y cuidados en el abordaje de la salud mental a las fuerzas de seguridad.
La tarea de los gobiernos es hacer cumplir las leyes y no ampararse en criticarlas para justificar su ineficiencia.